Carnavales sin gravedad



En la mazmorra de Noterdam,
una mano agitada me acariciaba
mientras los monociclos titubeaban
al verlo sollozar
y los carnavales comenzaban
al perderse la gravedad

silenciosa al pasar


frustrada por no terminar una oración
deprimida por no encontrar mas pastillas
asustada de convivir en el nada
con hipotermia por ser tan hermetica


sonriente por no pensar en mañana
fugaz por escribirle al ayer
herbívora por suprimir las neuronas

ingenua al pensar que estas ahí