A mis queridos caudillos

Hoy renuncio a mi nacionalidad y a la presidencia, no porque no me guste el lugar en el que vivo, sino porque no soy necesario para el alto cargo que me han otorgado todos los peruanos. Supongo que todos estarán asombrados por mi espontanea sinceridad, y yo les respondo conciudadanos que pensaba y deseaba destruir este país para eliminar a la elite, a ese grupo dirigente que siempre nos mantuvo al margen, pero también quise embrutecer al pueblo para que apoyen mi candidatura y asi perpetuar mi legado. Sin embargo, renuncio a todos mis planes de gobierno, porque hasta ayer creía que yo era la personas más racional del mundo y por ello mi planes podrían realizarse eficazmente, hasta que los vi a ustedes matándose unos a otros cuando todos ustedes son uno, y fue ahí cuando me di cuenta que para que mis fines se llevaran a cabo, no necesitaban de mí.

Informe informático

En un mundo tan esquemático como el nuestro, en el que todos esperan una conducta normal, y con normal me refiero a concisa y con un fin específico, no existe una carpeta en los archivos, irónicamente, preestablecido  para lo(s) sensible(s). Y es, pues, que cada persona nace con una lista y cuando consiguen, al fin, lo que necesitan lo compran y siguen en buscan, por el supermercado, de lo que les falta, tal vez carne de ganado, porque no. Pero cuando un anormal aparece,  la gente reacciona porque tienen miedo a sentir, a ser afectados por el otro porque prefieren que la máquina viva por ellos y así ser eternos.